No hay mayor dolor para una embarazada que estar pariendo una
criatura que ha dejado su existencia enterrada en el nido uterino.
No hay mayor dolor para una madre que despedir eternamente a un hijo al que había acompañado en el camino de nacer y vivir compartiendo caricias en cuerpo y alma.
¡Siéntelo corretear por tu alma, ahí permanecerá siempre. Mi más sentido pésame!
No hay mayor dolor para una madre que despedir eternamente a un hijo al que había acompañado en el camino de nacer y vivir compartiendo caricias en cuerpo y alma.
¡Siéntelo corretear por tu alma, ahí permanecerá siempre. Mi más sentido pésame!