Cuando la luz del alba llegue
despertando a mi conciencia rota
y mis ojos se agarren a la sombra más
tenue...
Cuando mi cuerpo ausente se rinda al
cansancio
y a los antojos de quienes lo manejen
y mis ojos dibujen un desierto de lágrimas ausentes…
Cuando dejen de estorbar mis dolores
y la última hora parezca tan eterna
como la eternidad que la extermina...
Cuando hasta lo más coherente
pase a ser lo más absurdo de la vida
y mi conciencia esté ciega de emociones pasadas…
Cuando llegue el momento, justo
entonces...
Mi alma será mía y mi cuerpo a veces
Las nuevas sensaciones estarán caducadas
Sobrarán despedidas de tristeza infinita
Quedarán congelados los besos y los
abrazos
El llanto de mis ojos tachará a los recuerdos
Mis desteñidas canas darán luz a mi cara
Dejaré de pedir por antojo
Sentiré bienestar
Y, justo en ese instante,
que vivo convencida será de madrugada...
Despediré a la noche sin "hasta mañana"
Se apagará el silencio de mi vida pasada
El frío será la manta que tape a mi cuerpo
Mis hijos arroparán a mi alma con sus almas
Y sabré…
Que ha llegado el momento
Que el camino está andado
Que el recorrido está hecho
Que se cumple el fin de mi destino
porque ya a mi destino habré llegado
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