Cuando recorra las calles que me lleven al
mundo de nadie,
cargada de coronas de flores agasajando al
féretro escondido,
con cintas de colores malváceos apagados
y frases en dorado expresando lo mucho que
me quieren...
Cuando un coche me lleve por el trayecto
más corto
después de un día de duelo largo sin
sentido
y algunos callados juzguen lo que dejé sembrado,
lo que debí haber hecho y nunca hice...
Cuando miren unos ojos las lágrimas,
la sonrisa, los gestos, los sentires…del
resto
y sea un interrogante la respuesta
escondida de los allí presentes...
Cuando quienes me quieren se deshagan del
llanto
porque el mismo cansancio los
traicione
Cuando los venza el sueño y hasta el
pésame suene infinito...
La pena por mi ausencia de aquellos que
me quieren
La indiferencia vestida de domingos de
quienes estarán para corroborar que ya no existo
La alegría envuelta en tristeza
reciclada de quienes brindarán por mi definitiva ausencia
La hipocresía de quienes estarán sin que
vaya con ellos lo sentido para quedar bien ante los míos
Y yo...
Permaneceré cérea
Callada para siempre
Seré el árbol vencido
El fuego ya apagado
El agua ya vertida
La vida deshojada
La lágrima vacía
Seré nido de seres que vivirán su vida con
las células mías
Seré, sin ser ya nada, antítesis de vida
Seré, sin ser ya nada, una vida vivida
Seré, sin ser ya nada, una vida extinguida
Seré, sin ser ya nada, comidilla a
escondidas
Para quienes envidien lo que yo hacía
Para quienes no tengan todo lo que por
suerte yo tenía
Cuando ya sea nada...
Que merezca la pena haber hecho mientras
estuve viva lo que hacía
Cuando ya sea nada...
Que me vaya contenta y se quede la gente que más quiero tranquila
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